martes, 28 de julio de 2009

Acá me rindo.

Abdico a cada color de horizonte que en las pupilas se reflejo con el leve resplandor de una esperanza.

Rompo todas las alianzas.

Los sueños seguros y la cobranza posterior,

Con recelos y angustias equivalentes.

Quiero expresarme y estar presente,

Y borrar con el codo el mensaje en mi frente

Para que nadie me descifre

Salvo el que se atreve.

Acá cuelgo los guantes de la dama

El terciopelo, las perlas y las caras

O caretas mejor dicho

(Para quien me entiende lo que digo).

Acá cuelgo los patines

Para subirme a la patineta, para no estar nunca más quieta

Y dejar de ser victima de las termitas sublinguales

Y de los chequeos mentales

Que hacen esos psicólogos no matriculados

O comentaristas de todo tipo

O simplemente metidos hasta la medula

Comprometidos con el chusmerio y las bambalinas

Con el coser y descoser de las heridas…

Acá me rindo.

Digo basta.

Me limito únicamente a ser condenadamente libre.

A llevarme el mar por delante,

El cielo como estandarte,

Y la nada como guía.

Acá chequeo los signos vitales de mi manía.

(Esta todo en orden

Puedo seguir siendo la misma)

Acá descuelgo el teléfono y lo cambio por las cornisas

Rompo el molde,

Y armo parabrisas.

Rompo la estructura llana y lisa que me comprometía.

Ahora todo lo que hago

Es pura y exclusivamente

Cosa mía.

Lucia Giacondino 16 de julio de 2009

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