jueves, 27 de septiembre de 2012


Brindo por esas sonrisas inesperadas que nos regala el destino
Por las miradas furtivas y lo prohibido
Por el fuerte latido
De una noble existencia
Un vivir pleno
Un vivir esplendido
Un vivir presente y lleno

Brindo por el corazón de las circunstancias
Y los giros del viento
Por tus ojos de deshielo infinito y ardiente

Porque nos damos de la mano mutuamente
Ponemos todo en juego
Hasta las cartas invisibles
Hasta la indivisible realidad de que nada dura para siempre
Hasta el cielo estrellado que la luna baña de un rumor inexplorado
Hasta todo lo que nos alcanza y lo que no
Hasta esas dos palabras que hoy decís de corazón.

Brindo porque caminamos un puente
El puente luminoso que la mente persigue sin encontrar
El camino iridiscente que solo lo innombrable puede albergar
Los pasos que tanteamos en la magia inefable del solsticio

Brindo porque somos dioses en estado de crisálida.
¡Salud!


Lucia Giacondino 27 de septiembre de 2012