sábado, 8 de mayo de 2010

Mis brazos como el mar...

Extiendo estos brazos largos como el mar
Para abrazarme
Susurro en los oídos de mi conciencia más remota
Ya no busco la sombra
Persigo una luz
La proyecto sobre el universo
La extiendo como un lienzo infinito
Y sobre ella pinto con los colores de mis sueños
Sobre ella escribo como escriben los astros en el firmamento
Sobre ella descansa mi ser.

Abro los ojos mirando hacia lo alto
Subo el mentón y obedezco a mi corazón
Por sobre el daño
Subo peldaños
Y ya no extraño
Ya no pienso en lo que pudo ser
Me dejo ver
Me dejo descubrir
Me dejo amar

Camino hacia mi destino escribiendo la música de mi alma
Redactando lo versos que mi espíritu dicta
Rimando la brisa con los latidos
Creando sentido

Lloro lagrimas dulces
Defiendo a mi libertad, siempre mía
Lucho por mi verdad que se construye día a día
Proyecto mi luz sobre el universo
Para iluminar mis pensamientos
Para valorar lo que tengo
Lo que logre
Lo que sentí
Y lo que sentiré.

Me rio
Sonrío a la vida que me ha dado tanto
Le agradezco cada vez que me levanto en la mañana con un sueño nuevo
Con un sentimiento de crecimiento
Con este brillo en los ojos
Con esta hermosa sensación en el pecho.

Me agradezco a mí también
Por haberme permitido los tropiezos
Por haber errado los caminos
Por haber regalado mis besos
A quien no los merecía

Me agradezco por ser autentica
Por tener estos defectos que me inquietan
Por defender a capa y espada inútilmente
Cosas que me lastimaban.

Me agradezco infinitamente
Por haber nacido y haber vivido
Por saber que sigo viviendo
Y que quiero vivir
Hasta que se me acabe el aliento.


Mis manos rozan el cielo
Mis ojos centellean
Mis pies andan
Mi corazón late
Y ama

Ama desesperadamente el cambio
El aprendizaje
El conocimiento que inunda la conciencia
Y que en definitiva es lo único que me hace rica
¡Multimillonaria! A pesar de estar en este mundo materialista.

Porque soy muy afortunada
Porque nací del amor
Y hacia el voy
Porque encuentro el valor de mi respiración
Porque veo en los demás el diamante brillante del que me quiero rodear
Porque en los callejones inciertos
Me pude cruzar con GENTE de verdad

Porque conocí ángeles que me custodian con adorable dulzura
Porque me sorprendí en cada esquina
Encontrando profetas, magos, hadas y epifanías

Porque mis ojos se reflejan en la pureza de los que me quieren
Porque conocí seres que están mas allá de este nivel de existencia.


Le agradezco infinitamente a la vida
Por tratarme con esa paciencia
Por permitirme ser
Por ayudarme a ver.

Abriré entonces desde ahora y hasta que se terminen mis horas
Mis brazos largos como el mar
Para poder abrazar a la vida que hoy me regala

Esta sonrisa.





Lucia Giacondino 6 de mayo de 2010