martes, 11 de marzo de 2008

No me digas

No existe una razon,
ni tantas justificaciones,
no existe este corazón en el mar de tus amores...
¿Porque siempre decides
romper las ilusiones?
Tener la razon entre todas las razones
¿Y mis sueños?
no...
no hay tortura suficiente
que se equipare con mis desvelos,
con mis noches acurrucada en el espejismo de una caricia,
no existe una razon que deshaga
el mal que me has causado,
ni precio que puedas pagar
para sobornar a la justicia de este llanto
que te dedico
con vehemente necedad...