martes, 28 de julio de 2009

Acá me rindo.

Abdico a cada color de horizonte que en las pupilas se reflejo con el leve resplandor de una esperanza.

Rompo todas las alianzas.

Los sueños seguros y la cobranza posterior,

Con recelos y angustias equivalentes.

Quiero expresarme y estar presente,

Y borrar con el codo el mensaje en mi frente

Para que nadie me descifre

Salvo el que se atreve.

Acá cuelgo los guantes de la dama

El terciopelo, las perlas y las caras

O caretas mejor dicho

(Para quien me entiende lo que digo).

Acá cuelgo los patines

Para subirme a la patineta, para no estar nunca más quieta

Y dejar de ser victima de las termitas sublinguales

Y de los chequeos mentales

Que hacen esos psicólogos no matriculados

O comentaristas de todo tipo

O simplemente metidos hasta la medula

Comprometidos con el chusmerio y las bambalinas

Con el coser y descoser de las heridas…

Acá me rindo.

Digo basta.

Me limito únicamente a ser condenadamente libre.

A llevarme el mar por delante,

El cielo como estandarte,

Y la nada como guía.

Acá chequeo los signos vitales de mi manía.

(Esta todo en orden

Puedo seguir siendo la misma)

Acá descuelgo el teléfono y lo cambio por las cornisas

Rompo el molde,

Y armo parabrisas.

Rompo la estructura llana y lisa que me comprometía.

Ahora todo lo que hago

Es pura y exclusivamente

Cosa mía.

Lucia Giacondino 16 de julio de 2009

lunes, 20 de julio de 2009

Parece a veces que tengo miedo
Es una leve sensación que se apodera de mi cuerpo
Un instante gris donde pierdo
El rumbo y la razón

Donde el corazón se hace preguntas
Donde el ensueño es una ruta desesperada hacia la pesadilla

Y pienso mil veces
Pienso en los reveses
En las situaciones aisladas, en los suspiros y las lagrimas
(Aquellas que no ves
Que se te escapan)

A veces parece que tengo miedo
Y naufrago sin motivo
Perdiéndome poco a poco en el laberinto
De las interrogantes sin respuesta

Y me quedo un minuto quieta

Y desvarío
Y me rapta la angustia


A veces siento que el amor no es suficiente

Que el amor no llena los espacios
Que no es verdad que “todo lo puede”
Porque indefectiblemente
Hay momentos en los que el amor
No es suficiente

Parece que tengo miedo de tener razón
Y de a poco ir perdiéndote…




Lucia Giacondino 20/04/09

martes, 14 de julio de 2009

Voy a fingir que no te encontré
Que camino por la vereda de la soledad
Que soy feliz así nada más
Sin tenerte
Y que mi vida es igual
Que se llena de rutina cuando no estas
(Como antes de que te conociera y te aprendiera a amar)
Voy a inventarme miles de planes
Remontar aquellos barriletes
Surcar aquellos mares
Para olvidar que sos tan importante
Para pensar que logro borrarte
De todos mis augurios
De todas mis visiones a futuro

Aunque se que es todo una burda mentira
Que no hay vuelta atrás para el camino señalado
Y que me muero porque te extraño

Era tan fácil saberme sola
Loca, desarmada y sola
Llena de grandes compañías
Pero
Sola

Era tan fácil hasta el día en que te burlaste
De todo lo que pregonaba
De mis miles de desastres sin fundamento

¿Ahora quien puede parar lo que siento?

Todo culpa tuya
Tu artificio certero
Tu empeño en amarme
Y mi corazón que quedo ciego
Y usa como lazarillo a tus ojos caramelo

No sabía lo que me estaba perdiendo
Dulce inocencia o santa ignorancia
Pensaba que todo iba bien
Que no lo necesitaba
Pero se va diluyendo de a poco
Aquella tonta afirmación de loco
Aquella estupida excusa del que se encuentra solo
En una cama fría

Y toman firmeza
Los sueños que me dejan
Los rastros de tus besos
La marca de tus manos
El reflejo de mis ojos en los tuyos

Que absurdo pensar que puedo dejarte
Que absurdo creer que puedo olvidarme

Habrá de vos en mí siempre un retazo
Aunque estés lejos y me falte tu abrazo
Aunque batallemos siempre por tener la ultima palabra
O el concepto exacto
Y perdamos horas debatiendo
Justificando
Tomando postura
Criticando

¿Quién puede parar lo que estamos creando?

Un mundo nuevo
Un universo entero
Una mirada
Un beso

Un amor inmenso

Voy a corregir la primera frase
Porque no puedo fingir
No puedo olvidarte
No puedo saberme feliz en soledad
Ya que pude encontrarte

¿Quién podría negar que te amo hasta cansarme?

Si dijera que no te amo nadie lo creería
La primera incrédula seria yo misma.





Lucia Giacondino 13 de julio de 2009